Según el banco suizo Julius Baer, el ciclo económico actual no anticipa extremos, respaldado por tasas de interés sólidas y una perspectiva estable. Se prevén condiciones financieras restrictivas en el primer semestre de 2024, con expectativas de un nuevo ciclo económico a partir de 2025.
No esperamos ni un auge ni una caída del crecimiento económico. Las tasas de interés están respaldadas por un sólido crecimiento de la inversión. Se ha avanzado poco para evitar los obstáculos para el crecimiento en China y las elecciones estadounidenses son, en el mejor de los casos, un acontecimiento secundario o una distracción".
Así lo afirma el informe 'Comienza un nuevo ciclo', del banco suizo Julius Baer, donde se indica que, mientras termina el ajuste de la política monetaria que se produjo como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, se prevé que las condiciones financieras restrictivas limiten el crecimiento económico en el primer semestre de 2024.
"Sin embargo, la inflación debería seguir cayendo hacia la zona de bienestar de los bancos centrales, ya sea por desgaste natural o después de una crisis. Probablemente, los primeros recortes de tasas en el segundo semestre del año sentarán las bases de un nuevo ciclo económico a partir de 2025", advierte el estudio.
Más allá de la normalización de la demanda tras una crisis, la causa está relacionada sobre todo con la oferta, ya que el reacondicionamiento de las cadenas de suministro mundial a raíz de las tensiones geopolíticas, sumado a la presión demográfica sobre la población activa en Occidente y en China, podría limitar la mano de obra disponible en el futuro y presionar al alza los salarios.
Por ello se considera que los gobiernos y los bancos centrales occidentales optarán por aceptar una inflación algo más alta (alrededor del 3%) para no descarrilar la recuperación económica con políticas demasiado restrictivas. En ese sentido, en 2024 se espera una tasa promedio de inflación del 2,7% en Estados Unidos, una desaceleración al 2,3% en la zona euro y al 3,2% en el Reino Unido. Para China, la presión deflacionista se mantiene en el 1,4% previsto.
Asimismo, su postura con respecto a la inversión es que, tras un posible inicio agitado de 2024, podría volver la confianza, pues las perspectivas para 2025 en adelante deberían descontarse en el segundo semestre del año.
Por otro lado, en razón a sus proyecciones por clase de activo, se considera que el efectivo debe adquirir una posición táctica y transitoria, ya que las tasas a corto plazo podrían ser más bajas en 12 meses.
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