*Por María Laura Tapia, gerente de Trade Marketing de Kimberly-Clark Bolivia.
Las mujeres representan el 49,8% de la población en Bolivia y la gran mayoría es joven. Así lo proyectó el Instituto Nacional de Estadística, INE hasta el 2022. Y cada una de ellas afronta diariamente múltiples desafíos relacionados principalmente con su género. Muchas tienen que lidiar con el acoso en espacios públicos, con el machismo en las funciones laborales y el pago desigual de salarios, incluso con personas que las señalan cuando están pasando por la menstruación y ellas, como las caracteriza, siguen avanzando y ganando espacios de liderazgo con disciplina, resiliencia y vocación.
En estos últimos años hemos visto en el país avances importantes relacionados a equidad y oportunidad para las mujeres. Un estudio de la Fundación Iguales realizado en 2023 reveló que al menos un 35% de las planillas en las empresas en Bolivia son ocupadas por mujeres y destacó una paridad cerca del equilibrio en sectores como el comercio y servicio. Brindar al talento femenino la oportunidad de asumir funciones que tradicionalmente hace un varón es una decisión importante del área de talento humano que fortalece la estructura de las empresas e incide en la productividad.
Un artículo reciente publicado por la Organización Internacional del Trabajo, OIT muestra que las organizaciones empresariales en América Latina reconocen al menos 5 beneficios de implementar la igualdad de género en sus compañías: mejores resultados, aumento de ingresos, mejora de la reputación, mayor capacidad para atraer y retener talentos.
Esos son datos alentadores. Pero también hay otros indicadores que llaman a la reflexión y nos deben invitar al cambio. El Kotex’s Global Consumer Insights Study, September 2023 identificó que un 50% de las mujeres consultadas sienten que el mundo se ha vuelto más incomodo para ellas comparado con años anteriores principalmente por los estereotipos negativos que hay acerca de ellas. Y Kimberly-Clark no se ha quedado de brazos cruzados frente a esta sensación femenina en la región. Junto con la marca Kotex se han unido al movimiento global #SentimosElProgreso a través del cual se alienta a las mujeres a alzar la voz y compartir su visión de cómo viven el progreso en la vida derribando los estigmas asociados a la menstruación para que nadie detenga sus avances.
En este marco, la compañía ha impulsado al menos tres iniciativas para fomentar la educación femenina como SheCan que potencia el progreso de las mujeres combatiendo los estigmas menstruales, al promover el acceso a una educación equitativa en escuelas y comunidades. Así también, se han establecido alianzas, por ejemplo, con Plan Internacional, para alcanzar a 3,5 millones de personas en 8 países con programas de gestión de la higiene menstrual; con WASH International para patrocinar y concientizar a la población con el Día de la Higiene Menstrual cada 28 de mayo y junto con Girl Up y Plan International han impactado alrededor de 1 millón de personas con productos de higiene femenina.
Realizamos también una iniciativa interesante a través de la TV donde una celebridad apareció en un programa con una mancha roja en su pantalón blanco para conocer la reacción de la población ante una situación tan normal en las mujeres. La actividad se realizó en cinco países alcanzando a más de 30 millones de personas con el mensaje. A través de la TV también se narró la historia de una mujer árbitro de fútbol y como se ha ido destacando en un ambiente predominantemente masculino y se hizo la alianza con un cantante para normalizar la conversación sobre la menstruación entre los hombres.
Es importantes que sigan surgiendo iniciativas en el sector público como privado para que más mujeres ejerzan el liderazgo y se integren al grupo de personas que toman decisiones e inciden en las políticas públicas. Es importante que también desde casa se normalicen cosas que en esencia lo son, por ejemplo, la menstruación, el uso de toallas íntimas, los cambios físicos según la edad y dar foco a los logros que van alcanzando en temas personales como sociales. Aún hay mucho por recorrer, pero de lo que estoy segura es que ellas pueden…y deben.
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